Navarrabiomed pone en marcha un protocolo olfativo para avanzar en la detección y diagnóstico temprano de enfermedades neurodegenerativas
Hoy se inicia el trabajo con un grupo experimental de 60 para demostrar que el entrenamiento olfativo intensivo puede, además de mejorar la función olfativa, provocar cambios positivos en la estructura de las áreas de procesamiento olfativo del cerebro.
Tras celebrar el Día Mundial de la Anosmia, ayer 27 de febrero, las unidades de investigación de Neuroproteómica clínica y de Geriatría de Navarrabiomed han puesto en marcha, en colaboración con el Hospital Universitario de Navarra (HUN), un estudio para examinar los efectos de un entrenamiento olfativo controlado y supervisado sobre la función olfativa, y comprender mejor la relación entre el olfato, el sistema inmune y la función cerebral. El grupo experimental de entrenamiento olfativo está compuesto por 60 mayores de residencias y forma parte de un estudio de caracterización más amplio que busca avanzar en la detección y diagnóstico temprano de enfermedades neurodegenerativas. Este grupo se someterá a una primera evaluación completa al inicio del estudio y a una segunda tras de 12 semanas de entrenamiento. Hoy, se han iniciado los trabajos en el centro sociosanitario Bidealde, una de las residencias participantes, gracias a la colaboración de la Doctora Gloria Sanjurjo.
La función olfativa juega un papel importante en la vida humana y regula mecanismos como la ingestión de alimentos así como las respuestas emocionales y de comportamiento social y reproductivo. En consecuencia, las personas con trastornos olfativos pueden presentar problemas diarios relacionados con la higiene personal, la seguridad, el comportamiento sexual y la ingesta de alimentos.
El entrenamiento y la exposición repetida a los odorantes conduce a una mayor sensibilidad olfativa. El entrenamiento olfativo o de olores es una técnica no invasiva sin efectos secundarios significativos. Puede considerarse un protocolo simple, que ha demostrado su eficacia en algunos pacientes con disfunción olfativa.
En los pacientes mayores, la disfunción del olfato puede disminuir el apetito, disminuyendo la ingesta de alimentos y consecuentemente aumentando la desnutrición y acelerando la pérdida de masa muscular. Más allá de los riesgos que la pérdida de olfato puede implicar para las personas mayores y de la consiguiente reducción de la calidad de vida, varias investigaciones demuestran que los déficits de olfato se encuentran entre los síntomas no motores más frecuentes de enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson (EP) o el Alzheimer1 y pueden detectarse a tiempo en comparación con los síntomas motores. Además, se han encontrado disfunciones del sistema olfativo relacionadas con alteraciones del sistema inmunológico, sugiriendo que las irregularidades del sistema olfativo también pueden estar asociadas con el sistema inmunológico.
Protocolo olfativo: 180 personas en 3 grupos diferentes
El entrenamiento se llevará a cabo durante un período de 12 semanas. Los participantes se expondrán una vez al día a cuatro olores representativos diferentes de los olores primarios (fragante o floral, rosa; leñoso o resinoso, eucalipto; cítrico, limón y aromático, clavo de olor). Todos los frascos serán etiquetados con el nombre del olor. Se les pedirá que huelan cada uno por la mañana durante aproximadamente 20 s.
Para obtener una caracterización completa, además de las 60 personas que forman parte del grupo experimental de entrenamiento olfativo, el grupo de control también se compone de sesenta pacientes hospitalizados en el HUN con enfermedad aguda y de sesenta pacientes ambulatorios también del HUN.
INNOLFACT: la proteómica olfativa para diagnosticar y desarrollar nuevas terapias
Esta investigación se enmarca en el proyecto INNOLFACT, liderado por Navarrabiomed y financiado por el Gobierno de Navarra a través de la convocatoria de Ayudas de proyectos estratégicos de I+D 2020-2022.
Durante los últimos años, la proteómica olfativa se ha postulado como un poderoso enfoque para caracterizar la dinámica global del proteoma con el fin de desentrañar la modulación de las redes de señalización celular durante el procesamiento de olores, así como durante el proceso neurodegenerativo.
Por tanto, resulta de gran importancia caracterizar el proteoma de las células del epitelio olfatorio, tanto al inicio del tratamiento como al final y su relación con el sistema inmune. De este modo, si se correlacionan los datos obtenidos por la parte de geriatría y proteómica, en un futuro, se podrían plantear aproximaciones inmunoterapeúticas como tratamiento para las personas que cursan con este déficit olfatorio. También se realizará este estudio por sexos, ya que resultados preliminares apuntan a que la expresión de las proteínas varía entre hombres y mujeres.
1. Djordjevic et al., 2008; Haehner et al., 2013; Knudsen et al., 2015; Doty, 2017;Marin et al., 2018; Kondo et al., 2020), y COVID-19 (Moein et al., 2020; Sedaghat et al., 2020).