Expertos reunidos en la UPNA solicitan más agentes de salud para prescribir ejercicio físico que evite enfermedades crónicas
Expertos reunidos en la Universidad Pública de Navarra (UPNA) han realizado un llamamiento al personal sanitario y a profesionales del deporte para que se conviertan en “agentes de salud” con el fin de promover la realización de ejercicio físico desde las edades más tempranas (incluyendo, el embarazo). El objetivo de esta demanda es mejorar la salud y la forma física, como una estrategia de prevención, tan pronto como sea posible, de enfermedades crónicas no transmisibles, como la obesidad, las cardiopatías o la diabetes tipo 2. Esta es una de las conclusiones de una jornada sobre la prescripción de actividad física de precisión para la mejora de la salud a lo largo de la vida, que se celebró ayer, jueves 9 de mayo, en la institución académica. Este encuentro, organizado por la Facultad de Ciencias de la Salud y el Departamento de Ciencias de la Salud, congregó en Pamplona a unos 130 profesionales de las ciencias del deporte, la salud y la biomedicina.
En la jornada, hubo ponencias de dos investigadores de la UPNA, adscritos también a Navarrabiomed (centro de investigación biomédica de la institución académica y el Gobierno de Navarra) y al Instituto de Investigación Sanitaria de Navarra (IdiSNA): el catedrático Mikel Izquierdo Redín, organizador de la jornada, y Robinson Ramírez Vélez. Así, el primero puso el foco en el desarrollo de la fuerza y la función muscular, “objeto de interés de muchos profesionales de la salud, no sólo para mejorar y restablecerse de enfermedades asociadas al sedentarismo y el envejecimiento de la población, sino también para optimizar y recuperar el rendimiento deportivo, por ejemplo, después de diferentes tipos de lesiones musculares”. Mikel Izquierdo desmontó algunos mitos sobre las pseudoterapias para la mejora de la fuerza y la función muscular. En concreto, negó que se pierda “irremediablemente músculo” con la edad si se realiza el entrenamiento adecuado y que niñas y niños no puedan entrenar también la fuerza muscular (siempre, mediante ejercicios adaptados a su edad). Además, insistió en que la mejora de la condición física significa “siempre” una mejora en enfermedades como la diabetes tipo 2 y rechazó que el entrenamiento muscular más óptimo sea el que produce grandes magnitudes de fatiga.
El catedrático cuestionó también la eficacia y la validez de técnicas como el “kinesio-taping” o vendajes neuromusculares, los hipopresivos, los trajes de electroestimulación o los rodillos de masajes.
Salud y gestación
Por su parte, Robinson Ramírez Vélez explicó que los esfuerzos para prevenir, entre la población, las enfermedades crónicas no transmisibles se han centrado en promover comportamientos saludables como el ejercicio físico, la dieta saludable, el sueño reparador y el control del tabaquismo y del alcoholismo “con resultados poco alentadores”. Además, señaló también que las últimas investigaciones ponen el foco en que la salud de la que disfrutan las personas durante la vida “está determinada, en parte, por las condiciones en que se desarrollan durante la gestación”. También subrayó la importancia de la actividad física para la salud infanto-juvenil, tanto durante los años de infancia como en la adolescencia, mediante el entrenamiento cardiovascular (aeróbico) y actividades relacionadas con la fuerza y/o la resistencia muscular. Por eso, puso en valor la necesidad de profesionales sanitarios que prescriban actividad física en todas las etapas de la vida, sin olvidar a las mujeres embarazadas.
Esta reunión científica fue clausurada por Antonio García-Hermoso, investigador de Navarrabiomed e IdiSNA, quien lamentó que la Educación Física sea “una de las asignaturas más relegadas del currículo escolar” y recordó que estudios internacionales de prestigio “demuestra, de manera contundente, los beneficios asociados a una práctica regular de actividad física en la población joven, no sólo para el cuerpo, sino también para la mente”. Por eso, pidió una reflexión para “tener más en cuenta la Educación Física como asignatura escolar e, incluso, universitaria, hasta convertirla en una de las materias con mayor relevancia en los programas educativos”.